Uno de los vulgarismos más frecuentes en español consiste en el uso incorrecto de determinantes.
Normalmente las palabras femeninas llevan un determinante femenino (la puerta, la ventana). Ahora bien, cuando la palabra empieza por la letra a tónica, lleva el determinante masculino (el águila, el agua).
Nota: en el último caso, si existe una palabra intermedia entre el determinante y la palabra que empieza por la letra a tónica, entonces se usa el determinante masculino.
Este vicio del lenguaje debe evitarse pues da una imagen muy descuidada de la persona que lo comete.
Normalmente las palabras femeninas llevan un determinante femenino (la puerta, la ventana). Ahora bien, cuando la palabra empieza por la letra a tónica, lleva el determinante masculino (el águila, el agua).
Nota: en el último caso, si existe una palabra intermedia entre el determinante y la palabra que empieza por la letra a tónica, entonces se usa el determinante masculino.
Este vicio del lenguaje debe evitarse pues da una imagen muy descuidada de la persona que lo comete.
Ejemplos de uso incorrecto de determinantes:
Veamos a continuación algunos ejemplos vulgarismos en los que se produce un uso incorrecto de determinantes:
- la agua del río (incorrecto) → el agua del río (correcto)
- el fresco agua (incorrecto) → la fresca agua
- lo vi al través de la ventana (incorrecto) → lo vi a través de la ventana
- la águila (incorrecto) → el águila (correcto)
- el veloz águila (incorrecto) → la veloz águila (correcto)
- el comicio (incorrecto) → los comicios (correcto)
- ...
versión 1 (07/01/2017)
No hay comentarios :
Publicar un comentario